8/9/09

*Veo veo las palabras nunca son*

“cine mudo: no es que le falten los sonidos, es que tiene el  silencio” escribió la poeta cubana*.

La obra presenta al teatro. Sintética, cuasiminimalista, no pocos sino mínimos elementos. Como espectador uno puede palpar el mundo y agregarle el propio. La obra habilita esa posibilidad tanto desde la puesta en escena, las actuaciones de extrema sensibilidad, entrega y generosidad, como por el texto que nos contagia. Transviaja imágenes alusivas que nos hacen ver allí donde no hay. La obra tiene el movimiento del mar; fluido, fuerte y envolvente.

la fluidez se la llevan las actuaciones con sus sutilezas y diferentes respiraciones, el texto con sus imágenes,

la fuerza la dirección del silencio

lo envolvente a uno.

Los ritmos y fuerzas que luchan en cada personajes, así, convidadas como en un acuario nadando en la escena diminuta del mismo escenario que es 2 y mil espacios por los que transita el cuerpo del amor.

Lo infantil, lo inocente y la insurrección que conlleva el amor cuidar

No puede ser que sólo lo feo sea verdad dice un personaje ante la emoción desbordante y la belleza con que el amor viste a la cotidianeidad con su manto liviandad amor amoral, revelación de que los momentos florecen y alcanza a las fibras.

Esta obra abre la puerta a cómo al amor en su estatuto de verdad le resulta imprescindible prescindir y por lo tanto revuelve, decide:

para que haya amor o amor cuando:

no necesitar comprar, vender, tener , clasificar, no más y más, no hablar todo el tiempo, no hablar casi todo el tiempo, casi no hablar. Con menos, decir silencios.

Deja en jaque al lenguaje la obra, no se pregunta por el lenguaje como sistema de signos, como estructura-institución, habita allí donde la acción inscribe textos con los que dialogar.

Los personajes se cuentan los sueños. Y viajan a uno de ellos

Salto de piano, la lluvia, el sol, el campo, el tren, la ciudad lejos, la valija-cama, el hombre niño, la muchacha-que se muda.vestidos de amor y de flores.de bicicletas y pastel. el desayuno ritual. un dedo de perfume en cada trasoreja. Una campana. Salto y beso.

No hay truco no hay efecto especial, la magia se desvela.

voto de silencio: no es que le falten palabras, es que tiene lo que pasa.

Gracias por este regalo.

*Fina Garcia-Marruz

Valeria Fadel

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