28/6/10

PALABRAS DE ESPECTADORES XIV (2010)

Frente a una obra de arte lo que allí uno pone en juego como espectador es todo nuestro pasado irrenunciable en el que colores, ritmos, gestos, intensidades son un intenso bagaje poco racional que dialoga con la obra durante su transcurrir. Y es en ese diálogo en el que uno se identifica o se pierde. En Voto de silencio me he identificado al considerar al amor a la manera de gestos tan simples para construirlo. No hace falta ser un héroe con el otro para amar, no hace falta un conflicto grandilocuente para poder mostrarlo tampoco. La cotidianeidad en el amor es esto, preparar un mate y compartirlo, ponerte contento porque al otro le va bien en el trabajo o acompañarlo y estimularlo cuando las cosas no van tan bien y quiere cambiar de rumbo. Es el misterio del otro el que nos lleva a querer descubrirlo aún más. Es el silencio y la mirada aveces el mejor camino para hacerlo. Y todo ocurre cuando nos animamos a amar y a permitirlo. Todos tenemos la capacidad de hacerlo, por eso considero que la identificación de esta obra puede tocar a muchas sensibilidades y no sólo la mía ¿Quién no quiere amar y ser amado? Cuando el arte toca estas cuerdas tan cercanas a todos creo que ha logrado su cometido: poder mirar al mundo con mejores intenciones.

Sonia Frickx

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