22/6/09

LA NOVICIA

Encontré un texto que escribí en el año 1996. Tenía 16 años. Lo escribí para un taller de teatro que hice en el teatro San Martín. Lo encontré ordenando papeles viejos. No puedo creer que el mundo de Voto de Silencio estuvo en mí desde hace tanto tiempo.
No tiene ningún valor literario, solo afectivo. Por eso lo comparto.
Escribimos lo que somos. Los fantasmas que nos rodean son siempre los mismos. Solo cambian de forma.
Aqui La Novicia:

No, ésta no es la forma.
Esta tampoco.
En realidad no se muy bien qué decirte. Ni cómo.
Hay tantas cosas en mi cabeza, tantos sentimientos, tantas sensaciones. Tengo miedo de no serte totalmente sincera. Pero no por mentirte, sino porque siento culpa, siento miedo.
Yo se que esto no tiene que detenerme pero no puedo evitarlo.
Por favor, te pido que me entiendas.
No recurrí al Padre Pedro porque se cómo es. Ya se que está mal que lo diga pero se que no me va a entender, y de sermones estoy un poco cansada.
Mi único interés es que me entiendas vos. Que puedas perdonarme y que no me abandones porque yo ahora te necesito más que nunca. No sientas que te estoy abandonando, al contrario. Te tengo más presente que nunca, porque hoy realmente me di cuenta lo que soy y donde está mi felicidad. ¿Y no eso lo que vos nos enseñas constantemente, que busquemos nuestra felicidad y luchemos por ella?
Hoy me di cuenta de lo que quiero ser y con quien quiero estar para poder seguir.
Dentro de mí, siento una felicidad inmensa. Aunque algo la frena, no la deja salir. Y es que quiero poder compartirla con vos y siento que no puedo.
Por eso estoy acá.
No me creía capaz de amar a un hombre y por eso, creo, me avoqué exclusivamente a vos. Pero de entrada supe que este no era mi lugar. Me daba cuenta cada día, en cada comida compartida con las demás hermanas. Sentía que no tenía nada que ver en todo esto. Pero de alguna manera pensaba que si dejaba todo, sólo por sentirme incómoda estaba siendo demasiado egoísta.
No tenía motivos así…cómo decirlo…concretos.
Pero ahora es distinto.
Apareció él.
Fue de la nada.
Creo que no es necesario que te relate todo, si ya lo sabés.
Apareció en mi vida.
Fue el empujón que me faltaba para terminar de tomar la decisión.
A veces pienso que en realidad fuiste vos el que lo puso en mi camino para que me de fuerza y me ayude a seguir mi vida en otra parte.
De este pensamiento es del que me aferro ahora, el que me saca la culpa y hace que, en vez de pedirte perdón, te diga gracias. Pero igualmente necesito repetirte que yo te amo tanto o más que antes y que no voy a olvidarte ni a abandonarte.
Y también necesito pedirte que no me abandones porque sin vos no soy nada y lo se.
Bueno, creo que ya está.
Fue más fácil de lo que pensé.
Espero que me entiendas y que no te olvides de mí.
Gracias.
Ah, Amén.
1996 – verónica mc loughlin

1 comentario:

  1. Qué maravillosa oración!!!!No sé por qué,pero enseguida me dí cuenta de que hablabas con Dios...
    Simplemente...me encanto!!!
    Besos...de una compañera de juventud de Juan Pedro.(Celina)

    ResponderEliminar